lunes, 12 de marzo de 2012

Toca fondo....

Bufff, sólo falta una semanita para ir a la Bilbao-Bilbao y no voy sobrada precisamente, así que...el sábado me tocó pasar la mañana, literalmente, sobre la bicicleta.

El tiempo no acompañaba nada, hacía un viento horrible. Por ello, decidimos ir hacia el interior para intentar que éste fuese el mínimo, pero nada...no coló...
No se si a vosotros os pasará igual, pero yo, siempre tengo la sensación de que el viento va rolando tras de mí, jajaja, y siempre me pega en contra. Pero lo del sábado ya era exagerado..no conseguía avanzar ni cuesta abajo.

Nos plantamos en Ampuero, sobre las 12.30 de la mañana, para qué forzar...si tenemos todo el día, ¿no?
El recorrido fue el siguiente: Ampuero, Udalla, Gibaja, Ramales, Riba, Arredondo, Alto del Asón, La Gándara, Regules, Ramales, Gibaja, Udalla, Ampuero. Salen unos 80 kms.

Os pongo el perfil, en rosita, como siempre:


Comenzamos muy de tranquis por toda la zona de Udalla, una carretera muy tranquila, sombría y agradable. Al poco de comenzar a pedalear me dí cuenta de que mis piernas no estaban recuperadas del todo. Lo tengo comprobado; si salgo un día por la tarde, no recupero las piernas para salir a la mañana siguente.

Tras pedalear unos 10 kilómetros, llegamos a Gibaja y nos tocó parar para que pasara el tren. Hacía tiempo que esto no me ocurría:


Seguimos pedalenado hasta Ramales. Se supone que la carretera picaba para abajo, pero, francamente, yo no lo notaba mucho.

En Ramales tomamos el desvío hacia Arredondo "La capital del mundo". Una vez allí, comenzamos a subir lo que sería el puerto del día, nada más y nada menos que Collado del Asón.
Es mi puerto preferido...no sé por qué, pero lo es. Me encanta el paisaje, y el curveo del final.
Cogí mi ritmo  y comenzé la ascensión. Salvo escasos 100 metros, toda la subida está recién asfaltada, por lo que el piso es súper bueno. Lo malo...que la carretera desprendía bastante calor.
Sobraban dos de las tres capas de ropa que llevaba... Pero, seguí subiendo. Una vez alcanzé el tramo de curveo, me salió una sonrisilla y comencé a disfrutar de la subida. 
No fue la ascención de mi vida, pero disfruté bastante de la misma. 

Tras coronar, nos abrigamos bien y sacamos fotos.


Esta foto me encanta...disfrutando del paisaje:


Y como no, la típica foto con el cartelito:


Tras el descansito, comenzamos el descenso. Esto sí que me gusta...bajar!! Mirad que cara de felicidad:


Una vez pasado el pueblo de La Gándara:


Hacía taaanto viento, que a pesar de ir abrigada a tope, la sensación de frío era constante. No entré en calor ya en todo el día.

Llegamos a Ramales y continuamos dirección Gibaja. De ahí, volvimos a tomar la carretera de Udalla, ya tranquilamente, hasta llegar nuevamente a Ampuero.

Y ya en Ampuero, lo mejor...el pastelito de manzana, que me encanta!!


¡¡Prueba superada!! La sensación al llegar al coche fue superior, como cuando eres pequeño y te vas a dormir sabiendo que has hecho toda la tarea =).







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